top of page

El concepto de Viva la Vida nace de la unión de dos culturas, de la mano de sus creadores: el empresario colombiano, Jairo Palacios, Gerente del Grupo Seratta, y del chef Félix Jiménez, con una estrella Michelín, nacido en la Rioja España, pero “más japonés que los mismos japoneses”, como le dicen en su país.
Viva la Vida tiene 150 puestos, está dispuesto en forma de T y su puesta en escena evoca los jardines japoneses, la espiritualidad en el predominio del blanco, la pasión por la cocina en los toques de rojo y la tradición, en la madera. La carta de Viva la Vida les da a los comensales el acceso directo al corazón culinario de Tokio, con una oferta de comida japonesa purista, pero también, con un capítulo de fusión de sabores e ingredientes colombianos. El concepto gastronómico del restaurante se resume en una frase: cocina de autor, pues los más de 70 platos de la carta fueron creados y desarrollados exclusivamente por Félix Jiménez en equipo con el chef local, Juan Camilo Rico. Esta dupla diseñó la carta donde aproximadamente el 80% de los platos son sushis. Pero ese sushi que para para el maestro Jiménez “no es un trabajo sino una filosofía de vida, que implica conocer y llevar la cultura japonesa dentro, porque de lo contrario, solo se haría arroz con pescado”.
Es así como la gastronomía de Viva la Vida gira en torno a la cocina japonesa, clásica y purista que representa este chef, y a los platos que fusionan las dos culturas como robatas (parrillas), ramen a la colombiana y tempuras, entre otros, con sabores muy definidos que se graban en la mente y el corazón del cliente.
El chef, un maestro de la cocina japonesa.

bottom of page